Cómo los robots colaborativos aumentan las habilidades humanas
Equipados con sistemas de visión e inteligencia artificial, garras o pinzas, los cobots tienen habilidades que nos hacen llegar allí donde humanamente sería imposible. Detectan lo que a simple vista no percibimos, ordenan con una precisión milimétrica, inspeccionan y aseguran a pleno rendimiento, incrementando así nuestras capacidades dentro de la industria. Los robots son maestros a la hora de realizar tareas duras, sucias, peligrosas o repetitivas con auténtico control y virtuosismo. Así es como lo logran.
Atención plena
En el sector industrial, la presencia de productos defectuosos genera pérdidas y pone en grave riesgo la reputación de la marca. Verificar que los acabados sean perfectos es una tarea en la que los cobots nos complementan con auténtica destreza.
En menos de un minuto y con ayuda de la visión artificial, los robots colaborativos revisan puntos de control, verifican los ensamblajes, detectan elementos como tapones, etiquetas, cubiertas de plástico o fugas de aceite, y se aseguran de que cada aspecto pase un control minucioso. Siempre con rapidez y un control absoluto, las máquinas destacan por su capacidad de ejecutar una tarea y mantenerse en guardia sin decaer en ningún momento.
¿Aburrido e incómodo? ¡No hay problema!
Las tareas dentro de la línea de producción habitualmente son monótonas; pequeños movimientos que se repiten de forma constante y que han de realizarse con frecuencia en posiciones incómodas o poco ergonómicas, como de pie o con la espalda flexionada. Por suerte, los cobots han llegado para liberarnos de estas actividades repetitivas y estresantes, que nos agotan y limitan nuestra capacidad de crear y asumir procesos de mayor valor. Esto no solo aumenta la eficiencia en la producción, sino que también mejora nuestro bienestar al darnos espacio para asumir trabajos más significativos y gratificantes.
Por suerte, cualquier tarea que implique una secuencia repetitiva y predecible podría llegar a ser automatizada con la ayuda de los cobots. Los sensores avanzados hacen que interactúen con los operarios de forma segura y fácil. Y, contrariamente a la opinión común, aunque sean máquinas, también son capaces de manejar la mercancía con suavidad, delicadeza y absoluta precisión. Por poner un ejemplo, existen accesorios plug and play que se incorporan a los cobots para que logren trabajan sin riesgo alguno de estropear los productos o dañar a los operarios. Con ellos, son capaces de manipular piezas pequeñas y frágiles o asistir a personas, en el caso de que sea necesario. También adquieren versatilidad con válvulas de vacío, discos de lijado o garras con dedos que dotan de nuevas capacidades a los cobots y les permiten transportar piezas, pulir superficies o capturar elementos.
Orden donde antes había caos
Los cobots equipados con sistemas de visión artificial amplían significativamente nuestras capacidades de recogida de piezas. Por ejemplo, en una estación de bin picking, el cobot utiliza un sistema de visión 3D para escanear y ubicar las piezas dispersas en un entorno caótico, permitiendo una recogida precisa y eficiente.
Esta combinación de tecnologías permite a los cobots operar con seguridad y precisión en entornos complejos, asegurando la calidad del producto sin comprometer la eficiencia del proceso de fabricación.
Al integrar visión artificial, los cobots adquieren la capacidad de percibir su entorno de manera similar a los humanos, logran reconocer objetos, identificar fallos y tomar decisiones basadas en la información visual recibida. Esto no solo aumenta su autonomía, sino que también mejora la eficiencia en los procesos de producción.
Mayor creatividad y libertad
Una de las principales capacidades que los cobots ofrecen a los humanos es la capacidad de innovar y hacer frente a nuevos retos. Al ser más flexibles y fáciles de programar que los robots industriales tradicionales, los cobots pueden adaptarse fácilmente a nuevos procesos, evitan interrupciones costosas en la producción y mantienen la competitividad en un mercado en constante cambio. Además, esta versatilidad reduce el tiempo y los costes asociados con la adopción de la automatización. Esto permite a las empresas explorar y experimentar sin que la productividad ni la calidad se reduzcan.
Son solo ¡robots!
Aunque los robots son excelentes ejecutando muy diversas tareas, hay aspectos en los que la presencia humana es irremplazable. En ATX Robotics confirman en que en el futuro seguirán explorando nuevos horizontes donde su habilidad única como seres humanos será esencial.
Como señala Esben H. Østergaard, fundador de Universal Robots, en medio del vertiginoso avance de la robótica, es común sentir temor ante lo desconocido. Sin embargo, “es esencial recordar que los robots no poseen conciencia; son herramientas programadas para realizar tareas específicas”, nos recuerda.
Lo importante es delegar y confiar las tareas mecánicas y repetitivas a la tecnología para seguir explorando y definiendo lo que nos hace humanos: “Los robots sirven como una extensión de la ambición humana y la búsqueda de comprensión. Al delegar tareas mecánicas y repetitivas a la tecnología, descubrimos lo que nos define como seres humanos. A medida que nos adentremos más en el mundo de la robótica, exploraremos las tareas específicas en las que los robots sobresalen y donde la intervención humana siga siendo insustituible”.
La colaboración entre humanos y robots es imparable y nos lleva hacia un futuro de progreso donde la tecnología y los equipos trabajan coordinados para incrementar el rendimiento, mejorar el acabado del producto, obtener mayores márgenes y, en definitiva, obtener una producción más predecible y homogénea.