«El futuro de la robótica está en la integración de la IA» Ángel C. Lázaro, responsable de Robótica y Automatización de GMV
- GMV se ha convertido en un líder en robótica industrial gracias a su enfoque en innovación constante y soluciones personalizadas como uPathWay para distintos sectores.
- Se abordan proyectos clave como AgrarIa y GreenBot, junto con tendencias como la IA y los robots autónomos, destacando su papel en la sostenibilidad y la eficiencia.
- ¿Cuál dirías que es el factor clave que ha permitido a GMV consolidarse como un referente en robótica y automatización en la industria?
Nuestro factor clave desde GMV es la combinación de innovación constante y la capacidad de adaptar nuestras soluciones a las necesidades específicas que cada cliente nos plantea. Tenemos un equipo multidisciplinario, junto con una fuerte inversión en I+D, que nos permite estar a la vanguardia en tecnología, creando soluciones de robótica colaborativa, industrial y autónoma que responden a los desafíos específicos del mercado.
- Considerando que GMV trabaja en sectores tan diversos como la automoción, el agroalimentario, la logística y el energético, ¿cuáles son los principales desafíos y beneficios de trabajar en un espectro tan amplio de aplicaciones industriales con la aplicación de robótica?
Trabajar en un espectro tan amplio trae desafíos, como la necesidad de especialización y adaptación de nuestras soluciones a regulaciones y condiciones operativas muy distintas. La adaptación a normativas y entornos específicos exige soluciones de robótica diseñadas para condiciones muy variadas, desde la robustez y seguridad en el sector energético hasta la precisión en el agroalimentario, con un enfoque flexible y escalable.
Esta versatilidad genera tecnologías altamente resilientes, capaces de operar en entornos extremos o peligrosos y de mejorar los procesos de producción y mantenimiento, reduciendo costes y riesgos para los trabajadores. Además, la colaboración entre nuestros equipos especializados asegura una implementación adaptada a las necesidades particulares de cada sector, lo que fortalece nuestra capacidad para ofrecer soluciones innovadoras y eficaces en toda la industria.
En cuanto a soluciones propias, en el ámbito de la robótica móvil autónoma, estamos avanzando tanto en productos finales como en soluciones que integran de manera sólida la inteligencia artificial con sistemas robóticos móviles para cualquier sector industrial. Un ejemplo de nuestra capacidad en este campo es la solución uPathWay. En esta línea, desarrollamos soluciones tecnológicas que abarcan desde la inspección autónoma de activos en una subestación eléctrica mediante robots cuadrúpedos hasta la gestión logística del transporte de última milla de manera autónoma, pasando por servicios específicos como barredoras o limpiadoras, y el desarrollo de sistemas complejos para la colocación y retirada de conos en carreteras.
- El proyecto GreenBot es uno de los más recientes y promete un cambio significativo en la agricultura de precisión. ¿Podrías explicarnos cómo surgió esta iniciativa y cuál es vuestro rol específico en ella?
GreenBot nació de la necesidad de hacer la agricultura más eficiente y sostenible mediante la automatización. Está financiado por la convocatoria 2022 de ayudas para el funcionamiento de Grupos Operativos de la Asociación Europea de Innovación (AEI) en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2022, al amparo de la Orden de 7 de julio de 2020, de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.
El proyecto reúne a investigadores e instituciones de carácter público y privado –Universidad de Sevilla, Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, TEPRO, PIONER HiBred Spain SL, Agropecuaria de Herrera SCA, GDR Asociación para el Desarrollo de La Campiña y Los Alcores, y GMV- para dar respuesta a las necesidades de protección de cultivos leñosos, utilizando tecnologías de vanguardia como la robótica, la inteligencia artificial, el cloud computing y la agricultura de precisión. Su objetivo final es la creación de un vehículo robótico autónomo y modular con capacidad para identificar la presencia de malas hierbas mediante visión artificial, y con la facultad de neutralizarlas aplicando de manera muy precisa el volumen exacto de producto fitosanitario.
Nuestro papel principal es la creación de algoritmos de navegación y procesamiento de datos, que permiten al vehículo operar de manera eficiente y con un menor impacto ambiental.
- ¿Cómo influye el uso de un vehículo autónomo y modular en términos de sostenibilidad, eficiencia en los procesos productivos?
El uso de un vehículo autónomo y modular influye positivamente en términos de sostenibilidad y eficiencia cuando se aplica el concepto de Robótica Definida por Software (SDR, por sus siglas en inglés). Este enfoque permite que el software esté separado del hardware, lo que maximiza la flexibilidad y adaptación del vehículo a diversas tareas.
Gracias a la SDR, los vehículos pueden ser reprogramados y reconfigurados de forma continua sin necesidad de detener las operaciones. Esto no solo reduce el tiempo de inactividad, sino que mejora la eficiencia de los procesos productivos, ya que los vehículos pueden ajustarse rápidamente a nuevas demandas o cambios en la producción.
Desde una perspectiva de sostenibilidad, la SDR permite que múltiples vehículos y robots, incluso de diferentes fabricantes, trabajen de manera integrada, eliminando la necesidad de sistemas propietarios que a menudo conllevan mayores costes y residuos.
Al centralizar el control en una capa de software estandarizada, los vehículos modulares pueden optimizar el uso de recursos energéticos y reducir el desperdicio de materiales, lo que los hace más respetuosos con el medio ambiente. Además, al reducir la necesidad de hardware especializado y simplificar el mantenimiento, la SDR ayuda a reducir los costes operativos, al tiempo que mejora la escalabilidad de los sistemas de robótica. Este marco jerárquico y adaptable permite que los vehículos autónomos y modulares se integren fácilmente en diferentes etapas de producción, logrando operaciones más sostenibles, eficientes y resilientes.
- Desde tu perspectiva, ¿cuál es el papel actual y el futuro de la robótica y la automatización en el sector industrial? ¿Hacia dónde crees que se dirige la próxima gran innovación?
Actualmente, la robótica y la automatización se enfocan principalmente en mejorar la precisión, la velocidad y la seguridad en los procesos industriales. Sin embargo, el futuro apunta a una mayor integración de la IA, que permitirá a los robots tomar decisiones autónomas y adaptarse a cambios en tiempo real. Por ejemplo, en GMV estamos integrando un agente de IA visual en nuestra solución uPathWay para detectar de manera autónoma situaciones anómalas durante el desplazamiento de los robots. Este avance permite la identificación y el registro de incidentes en tiempo real, sin necesidad de un modelo detallado de los objetos, lo que supone una mejora crucial en la eficiencia operativa.
La gran innovación podría venir del desarrollo de sistemas autónomos colaborativos, donde robots y humanos trabajen en perfecta sinergia para maximizar la eficiencia y la adaptabilidad en los entornos industriales.
- En términos de demanda, ¿cuáles son las principales preocupaciones o necesidades de las empresas industriales cuando buscan automatizar sus procesos con robótica avanzada?
Las empresas buscan soluciones que sean escalables, seguras y rentables a largo plazo. Además de la compatibilidad con sus infraestructuras existentes, la facilidad de integración y la capacidad de adaptarse a diferentes entornos y condiciones.
Por otro lado, la sostenibilidad se está convirtiendo en una prioridad, por lo que las empresas buscan tecnologías que minimicen el consumo de recursos y el impacto ambiental.
- GMV colabora con entidades tanto públicas como privadas en proyectos como AgrarIA. ¿Qué importancia tienen estas colaboraciones en el desarrollo de soluciones de robótica e IA en la industria?
Estas colaboraciones son fundamentales, ya que permiten combinar recursos y conocimiento para desarrollar soluciones más avanzadas y alineadas con las necesidades reales del sector. Trabajar con entidades públicas y privadas nos brinda una visión más amplia y acceso a tecnologías y datos que enriquecen nuestros proyectos.
En el caso del proyecto AgrarIA, estas colaboraciones son claves para crear un sistema de IA que responda de manera precisa a las complejidades de la agricultura actual. Dentro del proyecto, por ejemplo, hemos trabajado con empresas privadas para poner a disposición del sector agroalimentario un robot móvil que es capaz de moverse de forma autónoma por el campo para aforar la fruta silvestre y así poder calcular la próxima cosecha en base a los datos recogidos.
- En la última década, hemos visto avances increíbles en IA y robótica. ¿Cuáles son, en tu opinión, las tendencias más prometedoras que definirán la próxima década en automatización industrial?
Podemos hablar del desarrollo de robots colaborativos cada vez más seguros en aplicaciones más sofisticadas, y el aumento de la automatización cognitiva, que permitirá a las máquinas no solo ejecutar tareas, sino también aprender de cada proceso. Otra tendencia será la mayor integración de sistemas de IA que optimicen el uso de energía y recursos, mejorando la sostenibilidad. Sin olvidarnos de los gemelos digitales, que se convertirán en una herramienta clave para predecir y optimizar procesos en tiempo real.
- Finalmente, ¿cuál dirías que es la visión a largo plazo de GMV en el ámbito de la robótica industrial? ¿Qué objetivo o cambio específico te gustaría ver en el sector en los próximos cinco años?
Nuestra visión se enfoca en liderar la transición hacia una industria cada vez más automatizada y sostenible, donde la robótica y la IA contribuyan a un uso más eficiente de los recursos, a la seguridad de los trabajadores y a la reducción del impacto ambiental. A largo plazo, buscamos no solo mejorar los procesos actuales, sino crear una plataforma de innovación que impulse la próxima generación de robots colaborativos, capaces de adaptarse y aprender de sus entornos y de sus interacciones con los humanos.
En los próximos cinco años, nos gustaría integrar robots y sistemas inteligentes que puedan trabajar de manera autónoma y colaborativa en una variedad de entornos industriales, incluso en aquellos más complejos y en los que puedan suponer un peligro para los seres humanos. Esto implica un cambio hacia sistemas autónomos resilientes y seguros, capaces de aportar valor de manera constante y sostenible en la industria global, pero teniendo en cuenta el verdadero valor que aporta los seres humanos.
